Tolú, un destino mágico por su sencillez
- Escapadas
- 26 sept 2018
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Un municipio colombiano situado en la costa caribeña del departamento de Sucre ofrece una visión distinta de las playas.

A 18 horas en vehículo o en un vuelo de Bogotá a Montería de una hora y media, más tres horas de trayecto en carro y por una excelente carretera, usted puede llegar a Santiago de Tolú.
Dentro de Tolú el transporte casi obligado es el bicitaxi, una bicicleta acondicionada para llevar dos pasajeros y un pequeño espacio extra para el portaequipaje, eso sí, no puede faltar el parlante musical que acompaña el recorrido.
Conseguir hospedaje es fácil pues no es un lugar muy visitado, o al menos no en la fecha que nosotras viajamos. El mes de diciembre suele ser temporada alta, pero al parecer las personas prefieren agregar dos horas a su recorrido y llegar hasta Coveñas, lugar más popular entre los turistas. Los hoteles de Tolú no son grandes edificaciones de cinco estrellas, son más bien cabañas o grandes casas adecuadas con varias habitaciones amplias. No es incómodo dormir allí, es más, consideramos que esto le aporta un estilo hogareño al municipio playero.
En dos de las cuatro noches que estuvimos en Tolú se fue la luz, lo que significó no tener aire acondicionado, esto no fue un problema grave, si bien hace calor no es bochornoso ni insoportable dormir sin esta comodidad, bastó con dejar las ventanas abiertas durante la noche para poder estar frescas, eso sí, entre su equipaje es necesario que tenga un toldillo y repelente para combatir a los mosquitos.
Respecto a la comida.
Al no ser un lugar muy turístico, Tolú ofrece precios cómodos a sus visitantes. Un almuerzo en la orilla de la playa puede costar alrededor de $12.000 a $20.000. La especialidad para el desayuno es carne, arepa y café; en el almuerzo, lo típico es pescado frito, ensalada, patacón y limonada. Para la cena lo más visitado son los puestos de comida rápida en el parque central, allí usted se puede deleitar con toda la comida chatarra que pueda imaginar.
Respecto al mar.
La vista es espectacular, a pesar de que usted no logra ver la arena bajo el agua cristalina del mar, ni el azul marino de las postales de playa, puede saciar su vista con un hermoso paisaje de palmeras y gente jugando en el agua. La situación se torna incómoda cuando usted ingresa por primera vez al mar y en vez de sentir la suave arena, siente como si muchos pescados estuvieran rozando sus pies, lo incómodo no es eso, pues imaginarse que los pescados nadan alrededor de sus piernas es agradable, lo feo es sacar el pie del mar y ver que tiene una bolsa plástica enredada.
Para finalizar.
Las personas de Tolú se esfuerzan por ofrecerle al turista un lugar agradable y a la altura de muchas otras playas colombianas, consideramos que esto es lo más valioso del lugar. Desde la llegada, hasta la salida siempre recibimos una sonrisa por parte de cualquier persona que nos cruzamos. Además, entre sus calles se puede encontrar un pasaje comercial para comprar bellos recuerdos de la costa caribeña.
Este municipio es para aquellos que quiere salir de la zona de confort y dejar de lado la imagen novelesca de las playas, allí usted encuentra un municipio pesquero, en dónde fácilmente en horas de la mañana puede tropezar en cualquier esquina con un parlante gigante, rodeado de personas socializando y riendo muy duro. Pero eso sí, después del almuerzo la siesta es sagrada. Tolú es sencillo, pero tiene magia que le puede aportar una experiencia gratificante.
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