Bandeja paisa, maravilla de la región
- Escapadas
- 16 oct 2018
- 2 Min. de lectura
Arroz, frijoles, huevo frito, carne molida, aguacate, chicharrón, chorizo, arepa, patacón, de acompañante un vaso de jugo natural y para los más arriesgados una copita de aguardiente para que la comida haga buena digestión, según aconsejan las abuelas.

La bandeja paisa, todo colombiano y extranjero que llega a Colombia ha escuchado sobre este plato típico de la región antioqueña. Se podría decir que se lleva el puesto número uno entre la comida tradicional colombiana, dentro de este top está el ajiaco santafereño, el sancocho representativo de la costa, la chuleta valluna, el cui de los pastusos, entre otros.
Antioquia es una región montañosa, los grandes campos verdes cubren este hermoso departamento, el cultivo de café, plátano, caña de azúcar, entre otros, es la principal fuente de empleo para los paisas (gentilicio de esta región). El ser arriero significa pasar varias horas de trabajo expuestos al sol y realizar un gran esfuerzo físico, por esta razón, las esposas de los arrieros les empacaban para la jornada laboral bastante comida, la cual generalmente eran frijoles, de ahí nace la bandeja paisa.
En cualquier parte de Colombia usted puede encontrar una bandeja paisa, pero si usted va a Medellín no se puede perder la oportunidad de probar este plato preparado en su región natal. El lugar hace que un plato tan popular se convierta en especial, no importa si es el restaurante más costoso de la región antioqueña o quizás si es un restaurante casero a la orilla de la carretera, lo que importa es que la de gustación del plato será parte de un momento memorable.
Cuando se pide la bandeja paisa es inevitable pensar por dónde comenzar a comer y cómo comerla: ¿será mejor revolver los frijoles y el arroz? o ¿mejor como ingrediente por ingrediente?, ¿qué carne me como primero?, ¿será que me alcanzo a comer todo?, son muchas preguntas que atraviesan por la mente, pero cuando llega el plato a la mesa todo esto se olvida y la única reacción que hay es abrir lo ojos con impresión al ver tanta comida y coger lo cubiertos para empezar a comer.
Lo primero que paso por mi boca fueron los frijoles bañados en un exquisito guiso, después fue inevitable combinarlos con el arroz y la carne molida, hacen un buen trio. El chorizo y el chicharrón fueron la siguiente estación, para estos elegí el limón como acompañante, pues este hace más digerible la grasa y personalmente el sabor ácido me encanta. La yema del huevo se iba esparciendo por las arepas que traía el plato, esto hizo que se vieran más apetitosas y les diera sabor, pues la arepa paisa o arepa blanca es insípida. El maduro y el aguacate, no menos importantes, hicieron parte de la mezcla inicial convirtiéndose todo en algo parecido a un calentado.
Finalmente, después de haber degustado tal maravilla paisa, supe que el dicho colombiano “barriga llena, corazón contento” ¡es cierto!, pero a los 15 minutos fue inevitable no sentir que el sueño se apoderaba de mí y que era urgente tener una siesta. Así pues, con el corazón contento y la barriga llena de la sazón paisa pude reposar tranquila, pues degusté este plato popular en su región natal.
Kommentare